jueves, 30 de diciembre de 2010

TORMENTO (2010)




Sombras voraces
aferran sus raices
a mis tobillos,
con sus garras crispadas
tiran de mis entrañas
luchando por arrastrarme
a sus infiernos.
Tengo la boca amordazada,
el alma muerta,
el cuerpo herido,
soy toda inerte.
Un vacío inmenso
cubre mi espíritu,
es la muerte lenta
de alguien absurdo
que anda perdido.
Ya no amo la luz,
no tengo esperanza,
no quiero vivir
quiero la nada.
Quiero ser invisible,
inservible,
imposible,
imprevisible.
Saltar a los abismos
y ver sus fauces,
de madre hambrienta,
de madre tierra
que espera ansiosa
verme de vuelta.
Es morir, es vivir,
es adormecerse
en un ambiguo son
que canta en mis oidos
canciones de cuna,
que me llama
que me atrae
que me abraza
con su luna.
Abro la boca
y no puedo gritar,
tengo la garganta muerta,
tengo el corazón seco,
tengo las penas vivas,
tengo el semblante yerto.
Sombras voraces
aferran sus raices
a mis tobillos,
yo les regalo mis miedos,
el tormento de mi alma,
el dolor latente y fiero,
y el ansiado,
soñado.
anhelado,
(por fin) silencio.

Sahida Hamido (18-03-2010)

4 comentarios:

  1. Llegando a este lugar, ya se está en el otro lado.
    Me alegra saber que estás por aquí, Sahida.

    Siempre estaré por aquí aunque no hable mucho, quería que lo supieras.
    Un abrazo enorme, preciosa y generosa alma. Tu presencia es muy necesaria.

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  2. Querida Sofía, gracias a ti por estar aqui, por tus palabras que me llegan hondo, por tu sabiduría y generosidad, por tanto. Un abrazo inmenso.

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  3. Ufff... realmente duro de leer. Espero que la madre Tierra te deje a este lado un tiempo más. Tienes tanto que dar...

    Un abrazo sincero.

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  4. Palabras como las tuyas, Martín, dan fuerza para seguir. Te agradezco infinitamente tu compañía. Yo también espero seguir mucho tiempo. :) Un abrazo grande!

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