lunes, 24 de enero de 2011

VERSOS DE TIERRA (2011)











Te descubrí, vivo, tras la tormenta
de mil lágrimas que bañan los tiempos.
Viniste desnudo entre sal y bruma,
con belleza cargada de silencios.

Eres luz, aroma a tierra mojada,
sabiduría antigua con sus ecos.
Caminas con la fuerza de la llama
que arranca compromiso de tus versos.

El ave libre, al levantar el vuelo,
muestra al mundo sorprendido, su poder,
conquistando la inmensidad del cielo.

Naces, mueres en lúcido tormento,
y tu magia eterna, tatuada en la piel,
es la sangre que escribe cada verso.


Sahida Hamido


sábado, 22 de enero de 2011

¿QUIERES O ESPERAS? (2011)

,















Y tú, ¿qué esperas de la vida?
Escucho a menudo esa pregunta.
No respondo.
No se espera,
se levantan
los pies de la apatía
y se quiere,
se quieren las cosas.

Quiero arrancar la corteza
que rodea un mundo
adormecido.
Con un cuchillo muy afilado,
pelar su caparazón enquistado,
con la suavidad
con la que pelaría una cebolla,
pero con la firmeza
del que no teme.

Apagaría todos los televisores,
para ver las miradas sorprendidas,
que descubren que la pantalla
ocultaba la Vida,
y saldrían los Muertos de ignorancia,
a visitar la luz del sol.

Regalaría el pan, el primero,
junto con la receta para cocinarlo
en el horno y dejar que su aroma
aleje los humos de angustia
que gravitan alrededor
de los silencios generacionales

Saldría a la calle, tomaría una mano,
la de quien fuese, un niño, un anciano,
un enfermo o un inadaptado,
(esta palabra significa que no entendemos
su procedencia, vamos, que somos
Analfabetos en inadaptados)
y formaría una cadena de Vidas
hasta rodear la Tierra.

No nos harían falta gafas en 3D,
nos hemos sobredimensionado solos, sin ayuda,
ahora hay que desintoxicar al mundo
de su empacho de imágenes
y devolver la palabra a la tierra,
a la Madre,
aprender a escuchar de nuevo.

Regresaríamos al instante en que nacimos.
Aprenderíamos a ver, a escuchar, a oler,
a sentir, a tocar, a fluir con la naturaleza,
que es una con nosotros,
que nos da su fuerza y su sabiduría,
y que nos sobrevive
en sus ciclos perfectos.

Aprenderíamos a vivir.

Los niños construirían jugando caminos,
con las monedas que tanto nos oprimen,
Los Mercados, las Bolsas,
serían campos de consumo responsable,
respetando el equilibrio de las cosas
y alimentando
a todo ser viviente por igual.

Dejaríamos de perder media vida
adivinando la muerte,
su cara oculta, su más allá,
porque el ahora, nos daría la plenitud
que el consumismo y la prepotencia
nos han robado.

Tal vez eso y mucho más
será posible, cuando nos levantemos
de nuestra propia ceguera
y aceptemos nuestra responsabilidad,
cuando estemos dispuestos a servir,
en lugar de ser servidos,
a amar desde lo pequeño a lo infinito,
a querer escuchar la verdad
que nos grita el Universo
en nuestra sordera.

Y tú, ¿qué quieres de la vida?


Sahida Hamido

lunes, 10 de enero de 2011

AL POETA AARON GARCIA PEÑA (2010)

´


Anochece tras tus pasos, poeta.
Acunando tus versos, el silencio
Recorre lánguido el sendero mudo,
Ocultando en tus huellas su palabra.

Nadie te advirtió que la vida era
Gota de dolor, cáliz en un beso
Probado el día de tu nacimiento,
Grabado en tu piel, llorado en poema.

Reconoces la fatalidad, suerte
Aniquilada por tu pluma veloz,
Como luna desnuda que estremece.

Inspiraste a mi verso que agradece,
Al verso, seso, al seso, voz. En mi voz,
Sin tus versos, poeta, Dios se muere.

Sahida Hamido

martes, 4 de enero de 2011

PERSEVERANCIA (2011)




Llamó a la puerta,
era noche cerrada,
helada como los huesos
de los olvidados.
-Ábreme-, me dijo.
-No puedo-, respondí.
Estoy encerrada,
no hay llave que abra
mi incierta morada.
-Tiéndeme tu mano-, me dijo.
-No puedo-, respondí.
He sido marcada,
Mi infausto destino
atrapa mis brazos,
me paraliza, me amarra.
-Acerca tu oído-, me dijo.
-No puedo-, respondí.
Mi fuego se apaga,
no hay voces que puedan
encender su llama.
-Aguardo-, me dijo.
No le respondí.
Y la Vida, obstinada,
se sentó tras la puerta,
a esperar que le diese
la llave de mi alma.


Sahida Hamido